Balón Gástrico

Existen cuatro tipos de balones gástricos. Cada uno de ellos se ajustan para diferentes necesidades de reducción de peso, tipo de obesidad y capacidad de adaptabilidad. Estos tipos de balones intragástricos son:

Balón intragástrico clásico
El balón intragástrico clásico es el primer tipo de balón gástrico que se utilizó para la reducción de peso (en el año de 1999). A día de hoy continúa siendo muy efectivo, por lo que muchos especialistas hemos mantenido la aplicación de su uso.

Sus características son:

• Dispositivo esférico liso con solución salina de hasta 500 ml.
• Su consistencia es tan resistente como para soportar hasta 6 meses en el interior del estómago.
• Requiere de endoscopio para su colocación en un procedimiento que no dura más de 30 minutos.
• Ayuda a reducir una cantidad de peso de hasta 25 kg.
• No es invasivo.

Sugerimos su uso para personas con:

• Obesidad en grados I o II.
• Para mujeres que han incrementado su peso a causa del embarazo o menopausia.
• Para quién sufrió alguna lesión o accidente.

Balón intragástrico secuencial 
El balón intragástrico secuencial es muy similar al balón gástrico clásico, pero su diferencia se centra en que se trata de un procedimiento secuencial, o que requiere del uso de otro balón para extender el periodo de uso por hasta 12 meses.

Así, debido a su técnica de aplicación, puede ayudar a regular los hábitos alimenticios y permitir una mayor reducción de peso. Las características de este tipo de balón son:

• Se trata de dos balones: el primero es adecuado para utilizar en los primeros 6 meses del tratamiento, relleno con una solución salina de hasta 500 ml; mientras que, el segundo balón es adecuado para utilizar en los otros 6 meses que restan del tratamiento, pero con una solución salina de hasta 700 ml.
• Los balones son resistentes a los jugos gástricos.
• Estimula una mejor adaptación en el hábito de consumo de alimentos.
• Se inserta y extrae de manera endoscópica.
• Puede producir una pérdida de peso de hasta 45 kg.
• No es invasivo.

En tanto, recomendamos su uso a aquellas personas que presentan las siguientes características:

• Padecen de una obesidad en grado II.
• Requieren de perder una alta cantidad de peso.
• Sufren de episodios de ansiedad o depresión que les hacen incrementar de peso.

Balón intragástrico anatómico
Lo que hace diferente al balón gástrico anatómico, en comparación con otros, es que se trata de un dispositivo con suficiente resistencia como para poder alojarse en el estómago por hasta 12 meses (sin ser eliminado). Además, su ajuste y adaptación es más susceptible a la anatomía; por lo que, se puede definir como más amigable. Sus principales características son:

• Es un balón que se produce con mayor cantidad de capas, para hacerlo más resistente y así soportar por más tiempo al interior del estómago.
• Tiene mayor capacidad de adaptabilidad al organismo; por lo cual, sus resultados son más eficientes.
• Puede durar en el estómago de manera continua hasta por un año.
• Permite una reducción de masa de hasta 45 kg.
• Modo de introducción y extracción endoscópica.
• No es invasivo.

En cuanto, a su uso, recomendamos su uso para personas que:

• Necesitan reducir una gran cantidad de peso.
• Padece un grado de obesidad del tipo II.

Balón intragástrico elipse
El último tipo de balón es el balón intragástrico elipse. Este tipo es el más moderno en balones gástricos. Incluso, su introducción ya no requiere del uso del endoscopio. Sus características son:

• Primero tiene una forma de cápsula que se ingiere.
• Se encuentra conectado a un catéter por donde pasará la solución salina.
• Ya colocado en la posición correcta, se llena con el líquido. Para después retirar el catéter.
• Es resistente, pero después de cierto periodo de tiempo se descompone y excreta.
  Su uso está pensado para 14 semanas continuas.
• Ofrece la posibilidad de ingerir otro balón al interior, tras las 14 semanas, para mejores resultados.
• Brinda la posibilidad de reducir aproximadamente 12 kg de peso.

Con relación a las sugerencias de uso, lo recomendamos para quién:

• Requiere una ligera reducción de peso.
• Quién padece de obesidad en grado I.